Biblioteca Pública Piloto

Juan Zuleta Ferrer (Campo Valdés)

La biblioteca pública piloto de Medellín para América latina tuvo su origen 1952, ha cumplido una importante labor en la ciudad de Medellín, y en el departamento de Antioquia, permitiendo que su población encuentre en los recursos documentales las respuestas a sus inquietudes, el avance en las investigaciones y los registros de hechos pasados y presentes, lo cual hace dela biblioteca el espacio para acceder al conocimiento. Con el convenio que se estableció como consecuencia de la VI Reunión de Conferencia General de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y el Gobierno de Colombia, celebrada en Paris (Francia). A raíz de esta se apoyó la idea de crear una biblioteca pública piloto.Pero solo en 1954 abrió sus servicios al público, todas sus actividades están orientadas al cumplimiento de cuatro funciones básicas: Educativa, Informativa, cultural y recreativa.Con el objetivo de extender sus servicios y recursos, en julio de 1986, la Biblioteca Pública Piloto inicio la sucursal Campo Valdés como un espacio cultural abierto a toda la comunidad y con el fin de apoyar sus manifestaciones artísticas, educativas, informativas y recreativas.La sucursal lleva el nombre del Doctor Juan Zuleta Ferrer, ilustre escritor y periodista antioqueño, director del periódico El Colombiano, quién fue uno de los más destacados defensores de la Biblioteca Pública Piloto.

HistoriaCon el objetivo de extender sus servicios y recursos, en julio de 1986, la Biblioteca Pública Piloto inicio la sucursal Campo Valdés como un espacio cultural abierto a toda la comunidad y con el fin de apoyar sus manifestaciones artísticas, educativas, informativas y recreativas.
La sucursal lleva el nombre del Doctor Juan Zuleta Ferrer, ilustre escritor y periodista antioqueño, director del periódico El Colombiano, quién fue uno de los más destacados defensores de la Biblioteca Pública Piloto.
En aquel entonces la biblioteca contaba con 5 mil libros catalogados.
La construcción de la primera etapa tuvo un costo de diez millones de pesos que constaba de dos salas de lectura y consulta, la estantería, depósitos de libros y barra de cafetería en un área construida de unos 500 metros cuadrados.